Celibato - Celibato Formativo

Celibato 
La vocación Shalom trae consigo los tres estados de vida que se encuentra en la iglesia; celibato, matrimonio, sacerdocio, todos unidos en el mismo llamado, el ser Shalom. 

El Celibato es tener el corazón más allá de la tierra, es mirar a la eternidad estando acá. Es un anticipo a la vida eterna, quita tu mirada del mundo y te lanza a una experiencia de cielo en la tierra.

El desarrollo de la vida del célibe implica un proceso, este punto se desprende del interior, ir madurando en todos los aspectos, en formación y va dando los recursos para la vivencia del celibato.

El célibe vive la pobreza de una manera tan profunda que absolutamente nada es de el, mucho menos nadie, el célibe lucha por no apegarse a las cosas del mundo. Hay muchas cosas a las cuales ellos deben decir no; idolatría del sexo, sentimientos, hijos, pareja. Pero ahí es donde se encuentra toda su belleza, porque es vivir exactamente lo que en el cielo vamos a vivir.


Celibato Formativo 
Es parecido al celibato, sólo que por un tiempo determinado el cual puede ser 6 meses, 1 año, 3 años máximo. Es un tiempo de colocarse a los pies de Jesús y derramar nuestros mejores perfumes, es romper el vaso que guardaba esos mejores perfumes.

El celibato formativo tiene la intención de quitar tu mirada del mundo y fijar para siempre en Dios, tiene la capacidad de restaurarnos, de revirginizar nuestro corazón, en ese tiempo toca más profundo todo tu ser. Y los frutos son inmensos, realmente son semillas de eternidad. Colocas a Dios en tu vida y ya no depende de que el centro sean heridas, sentimientos, experiencias.

Es permanecer en silencio, decía San Agustín; "Dios no se encuentra en el barullo", es un tiempo de salir de la superficie donde las aguas hacen mucho barullo e ir al fondo del océano donde las aguas están calmas, es ahí donde vas a encontrar a Dios.

Es permanecer en Dios para vencer la lucha contra la propia carne, contra el principio que regula la vida del hombre viejo lleno del pecado, para hacerte un hombre nuevo que tiene como principio el Espíritu Santo y por el se deja guiar por los caminos de eternidad. 


"El estado de vida es un don que el Señor da a cada hermano, de acuerdo a su voluntad, para que pueda amar y servir mejor al Señor y a los hermanos, vivir mejor la vocación Shalom y en ella donarse en apertura y el servicio" (ECCSH, 145)

Autora: Milagros Aguilera - Comunidad Católica SHALOM

#estoesOndaPejotera ♥

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